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martes, 11 de junio de 2013

Juventud e interdisciplina

De relaciones, inter, intra y trans contextuales
Ma. Isabel Coronado Ramírez*

                                                                                                                        *Estudiante de Maestría
Escuela Nacional de Antropología e Historia
 Estudios sobre Juventud y Sociedades Contemporáneas
México

    La reflexión sobre la condición del ser joven y cómo se construye juventud, obliga a considerar lo intrincado de este ser en cualquier contexto y nivel de análisis a partir de realidades sociales, discursos, saberes, sentidos, propósitos y acciones que surgen entre los mismos jóvenes y aquellos que no lo son. Cada tema compartido en el seminario Discusión contemporánea de lo juvenil (la etnicidad, el consumo cultural, la violencia, el trabajo o la escuela) se encuentra íntimamente relacionado con condiciones sociales por un lado específicas y por otro compartidas. Las específicas tienen que ver con una perspectiva microsocial, que subrayan las capacidades individuales (Urteaga, 2010:16) entre las cuales se pondera la capacidad de agencia, que otorga la posibilidad de elección sobre el acontecer social y se construye en relación con éste; es decir, que produce interacciones dinámicas sobre su entorno, dando como resultado esta pluralidad de juventudes. Las situaciones compartidas, tienen que ver con la producción y reproducción de dispositivos para la organización social en cada cultura.

            Hacia el análisis particular sobre lo juvenil, las categorías de clase, etnia y género se vuelven focales; se vuelven intra-analíticas. Estas tres categorías construidas como herramientas de clasificación, funcionan normando sistemas de diferenciación entre sujetos históricamente construidos a nivel local, regional, nacional y global (Urteaga, 2010:16). Permean de distinto modo e intensidad la manera cotidiana de vivir lo juvenil. Se expresan  de manera específica y participan a su vez, en la producción y reproducción de cada identidad juvenil y en los diversos contextos de interacción social en que se encuentra. Las identidades de jóvenes rurales y urbanos, por ejemplo, se transforman hoy en día, en identidades desterritorializadas y reterritorializadas (Deleuze,G. y Guattari, F. 1997; García Canclini, 1999) a raíz de importantes fenómenos migratorios hacia el interior y exterior de nuestro país y los procesos identitarios que se han generado en los jóvenes a partir de ello, generando un complejo fenómeno de relaciones.

      El género y la clase social entran asimismo en la escena juvenil bajo condiciones específicas. El primero, a partir de la identidad de género, que se vincula tanto a la feminidad como a la masculinidad en una relación no subordinante y sobre reconstrucciones que incluyen la identidad sexual y su diversidad de manifestaciones hacia la constitución de “individuos que se inscriben en función de una identidad personal” (Vendrell, 2005, pp.100,107-109 en Urteaga 2010, pp. 42.-45) latente en la condición étnica juvenil, influida a su vez por la condición de clase. En este sentido, para mencionar otro ejemplo de interrelaciones, existen estudios urbanos que contemplan las dimensiones económica, social y cultural para subdividir las clases sociales en siete: desde la “elite” hasta el “proletariado precario” considerando “obsoleta” la clasificación que nación en el siglo XX (clase alta, media y trabajadora) a través de la cual se comprendía el sistema capitalista. Investigadores británicos asientan, que éstos jóvenes “descienden de la clase trabajadora tradicional que se vio fragmentadas por la desindustrialización, el desempleo masivo, la migración y la reestructuración del espacio urbano” (BBC, lavanguardia.com, 2013; Tubella, Patricia, El país, 2013).

      Es dentro de estos escenarios, que los jóvenes mexicanos, representan a los “trabajadores emergentes”. Una clase nueva, urbana, relativamente pobre pero tiene un alto capital social y cultural (García Canclini, 2012). De estos jóvenes, versa la discusión sobre trayectorias escolares y laborales que integran el universo de mi interés. En ellos, el capital social, económico simbólico y cultural (Bordieu P.,1988) se pone en juego para el desempeño del ser estudiante, antropólogo(a) e interdisciplinario(a). Incluso uno(a) del tipo que se pregunte si la antropología es un fin en sí mismo o a su vez, un medio para construir juventud.

             Así pues, observamos que ninguna categoría puede excluir a la otra pues forman parte una y varias dimensiones en relación; constituyen identidades específicas emergentes (García Canclini, 2012) en las cuales los jóvenes, en todos los contextos, viven sus interacciones sociales de manera participativa, construyendo identidades autónomas que cuestionan, eligen, asumen, rechazan, negocian, se diversifican; son generadores y reproductores de entidades que trascienden poco a poco los modelos hegemónicos del “ser social”, construidos con base en el ejercicio del poder, control político, económico y cultural. Los jóvenes son hoy en día, actores, que trascienden fronteras geográficas, económicas, políticas y simbólicas. Se trata desde mi punto de vista de juventudes transcontextuales.

Bibliografía
BBC
2013     Estudio clasifica Reino Unido en siete nuevas clases sociales. En red. Recuperado  
              en http://www.lavanguardia.com/internacional/20130403/54370896100/estudio-                
              clasificareino-unido-siete-nuevas-clases-sociales.html Publicado en 04/04/2013 10:58  
              Consultado en 04/04/2013  19:57

BORDIEU PIERRE
1988     La distinción: criterio y bases sociales del gusto, Madrid, Taurus.

CANCLINI, NESTOR
1999    La globalización imaginada, Ciudad de México, Paidós.
2012    Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales Madrid, España, Fundación Telefónica  
             Barcelona, España, Editorial Ariel, S. A.

DELEUZE, G. Y GUATTARI, F.
1997     Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia. Pre-texto.

TUBELLA, PATRICIA
2013  Las siete clases sociales en el Reino Unido. El País, En red. Recuperado en       http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013704/04/actualidad/1365076701_419558.Html    
           Publicado en 04/04/2013 13:58 CET. Consultado 04/04/13  20:10

URTEAGA, Maritza
2010 Género, clase, etnia. Los modos de ser joven. Los jóvenes en México. Rossana  
           Reguillo (coord.), México, FCE, CNA.
                                                                          


   

Concursos locales de belleza

 

"Reinas de belleza" en la Delegación  Iztacalco

Por: Sonia Contreras




Princesas y Reina de las Fiestas Patrias, Iztacalco 2012

Mi proyecto de investigación se titula Mujeres jóvenes: estereotipos de femineidad y de belleza. “La Reina de las Fiestas Patrias en Iztacalco”, solo el titulo me remitía a que tenía que conocer aspectos teóricos y metodológicos en relación a juventud para poder abordar el tema de investigación antes mencionado y hablar de las mujeres jóvenes participantes del certamen “La Reina de las Fiestas Patrias” de una manera que fuera coherente y enriquecedora. Mi acercamiento a los estudios sobre la juventud, así como los análisis, las discusiones y las reflexiones en torno a las diversas problemáticas planteadas por nuestros compañeros y compañeras en el curso, me proveyeron de elementos sobre la cuestión juvenil para poder ir haciendo conexiones con mi tema de investigación.

Las sesiones de género impartidas por la Dra. Merarit Viera y las lecturas  me ayudaron a repensar algunas cuestiones de mi investigación. Fue interesante notar como la categoría de género (remitido a la diferencia sexual) y la noción de juventud han ido tomando diferentes formas, cómo han obedecido a diversos contextos y han sido y utilizadas diferentes maneras dependiendo el objetivo que se persiga. Ambas se construyeron en el marco de la biología y subordinadas a discursos hegemónicos. Es decir, cuando las feministas de los 60´s y 70´s utilizaban la diferencia sexual como su principal eje de protesta como lo plantea De Lauretis (1996), se metía a todas las mujeres dentro de un saco sin ubicar las diferencias entre ellas y sin ubicarlas en contextos y en situaciones específicas, pues según la autora la diferencia sexual no es lo único que genera desigualdad.

Desde mi punto de vista, sucede los mismo con la noción de juventud pensada desde una etapa de la vida que “se arregla con la edad”, ubicando a las y los jóvenes en una posición de transitoriedad en dónde las experiencias y las elecciones tomadas en ese momento de la vida se hacen con muy poca reflexión y de una manera inmediata, lo anterior nos lleva a dar por hecho que sus problemáticas al final terminaran resolviéndose “cuando sean mayores”, esta visión de las y los jóvenes al igual que el género basado en la diferencia sexual, nos ponen límites en la forma en la que observábamos el fenómeno que analizamos, no nos permiten complejizar en torno a las problemáticas específicas, pues nos insertamos en el reduccionismos de los discursos a los que cada una de estas nociones se somete, el de las mujeres al modelo falocéntrico y el de los jóvenes al modelo adultocéntrico.
"Reinas de las Fiestas Patrias", Iztacalco 2012
Dentro de estos dos discursos se encuentran visiones negativas o “positivas” de las mujeres y de las y los jóvenes respectivamente, pero se entiende que ambas son construidas y reproducidas al marco de estos mismos modelos; pues al igual que el género, lo juvenil se encuentra “en símbolos culturalmente disponibles que evocan representaciones múltiples […] Esos conceptos se expresan en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y políticas, que afirman categórica y unívocamente el significado de varón y mujer, masculino y femenino”, (Scott, 1996: 289) joven y adulto, inmaduro y maduro, etc. Los estudios feministas y de juventud más recientes, tratan de analizar a las y sujetos fuera de las concepciones impuestas por los discursos hegemónicos, a partir de propuestas teóricas como el empoderamiento (estudios feministas) y la capacidad de agencia (estudios de juventud). 
Gracias a ambas propuestas puedo mirar a las mujeres jóvenes participantes del certamen como mujer-sujeto, más que como mujer-objeto; las dos nuevas formas de observar las problemáticas que se generan en torno al género y a las juventudes “destruye esa dicotomía en la que se apoya la apelación a la realidad del evento. Quizá sea importante que encontremos un lenguaje que nos permita reconocernos a nosotras mismas como parte de una estructura intolerable, pero que no nos retrate como simples víctimas ni como las únicas agentes de nuestra opresión” (Rose, citada en De Lauretis, 1993: 7). Si no por el contrario como lo propone De Lauretis “para que la resistencia del inconsciente sea más que la pura negatividad, para que sea efectivamente un agente y no un femenino inalcanzable, o incompleto, uno debe pensar más allá de las limitaciones conceptuales impuestas por el término "femineidad" y su opuesto binario, el otro significativo, la "masculinidad" “(De Lauretis, 1993: 8).

Bibliografía
De Lauretis, Teresa (1993) “Sujetos excéntricos: la teoría feminista y la conciencia histórica” en María C. Cangiamo y Lindsay DuBois, (comp.) De mujer a género, teoría, interpretación y práctica feministas en las ciencias sociales; Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, pp. 73-113.

De Lauretis, Teresa (1996, c.1989) “La Tecnología de género” en Mora no.2: Buenos Aires, Argentina, pp.  6-34.

Scott, Joan (1996, c. 1986) “El género una categoría útil para el análisis histórico” en En: Lamas Marta (comp.) El género: la construcción cultural de la diferencia sexual, México: PUEG, pp. 265-302.
 

¿Existe una juventud rural?

¿Existe una juventud rural? De chambas, migraciones y narco. Diferentes formas de abordar la juventud rural en México

Por: Alejandra A. Ramírez López




La juventud, como categoría vacía, debe ser construida  en torno a la realidad que la produce. Por esta razón, la juventud rural se había enfrentado en las últimas décadas a dos problemas: Primero a plantearse si ésta existía y en segundo lugar a demostrar que era heterogénea. González (2003:4) y Urteaga (2011:247) señalan que los jóvenes habían sido invisibilizados en los ámbitos rurales ya que la juventud había estado asociada a sectores urbanos, y a la dificultad de insertar esta categoría en comunidades en las que los niños pasan aceleradamente a ser adultos. Sin embargo como Pacheco (2009) plantea, los jóvenes rurales emergen como consecuencia de una serie de cambios en el campo latinoamericano, que han dado entrada a estos actores sociales y políticos emergentes y heterogéneos, que viven/sufren el conflicto entre lo tradicional y lo moderno así como cambios de socialización. La juventud rural, tiene siguiendo a González (2003:12) una naturaleza diferencial, no  homogénea y dependiente del contexto histórico, político, económico y socio-cultural en el que se establece que varía en cada país, estado, región, localidad y comunidad. Cuando se piensa en el ámbito rural, muchas veces se remite erróneamente a contextos homogéneos, sin embargo, la ruralidad es tan heterogénea como las juventudes que se producen en ella.


En el seminario " Discusiones contemporáneas de lo juvenil", algunos de los expositores se refirieron a la juventud rural mexicana desde distintos enfoques, metodologías y diversos e incluso divergentes planteamientos teóricos. Las temáticas abordadas tocaron desde el consumo cultural y el gusto, hasta el narcotráfico, la migración y las trayectorias de estudio y empleo, mostrando las variadas formas en que podemos complejizar la realidad al construir nuestros objetos de estudio en articulación con otras condiciones como género, clase social o etnia. Como consecuencia, cada tema planteado en el seminario, contaba con un toque de especificidad que ayuda a ampliar nuestra mirada sobre lo juvenil.

Los jóvenes chiapanecos con los que trabaja Juris Tipa, por ejemplo, son universitarios alumnos de una escuela intercultural que relacionan sus gustos musicales con sus adscripciones identitarias, en donde la condición étnica juega un papel fundamental. La música, en este trabajo funciona como eje de un entramado que relaciona consumo, gustos, identidades, etnicidad, geografías culturales y género, mostrando una de las formas en las que a través de un tema, podemos explorar otras variables relacionales. Perla Medina por su parte, refiere a jóvenes guerrerenses mestizos de "Tierra Caliente" que hacen incursiones en el narcotráfico como consecuencia de los cambios que ha generado la globalización neoliberal en las identidades de los jóvenes rurales, en zonas que son o eran principalmente agrícolas (Pacheco, 2003:111).  En esta región, los jóvenes ven en el narcotráfico una posibilidad de empleo que les genera ingresos equivalentes al riesgo al que se enfrentan así como legitimidad. En los trabajos de Fernando García y Jahel López, los jóvenes indígenas son además migrantes en la ciudad de Monterrey y el Distrito Federal, respectivamente, en ambos casos estos jóvenes van buscando formas de insertarse en la ciudad ya sea utilizando su identidad étnica de manera estratégica para conseguir recursos, u ocultándola. Jahel, al trabajar con mujeres indígenas migrantes, cruza el tema de jóvenes con categorías de género, etnicidad y trabajo, demostrando como las migraciones de estas muchachas acaban recurrentemente  en empleos domésticos que recluyen a las mujeres al ámbito de lo privado. Finalmente, el trabajo que Diego Rodríguez propone realizar en la Universidad Intercultural de San Cristóbal de las Casas, parte de la perspectiva de trayectorias que le permiten analizar los caminos que los jóvenes van siguiendo en torno al estudio y el empleo de manera dinámica.

Si bien estos estudios abordan diferentes temas, tienen dos características en común: hacen un esfuerzo en sus proyectos por articular condiciones de etnicidad, género y clase social que complejizan sus objetos de estudio así como las realidades y los contextos. Además, analizan a los jóvenes como agentes de cambio con capacidad de movilizarse para generar estrategias que les permiten reconstruirse como actores sociales mediante lo que Pérez (2007:79) plantea como: un campo de posibilidades y opciones para el cambio y/o la continuidad de las identidades en entornos comúnmente marginales. Estos abordajes teóricos rescatan no sólo la heterogeneidad de la juventud sino también su capacidad de agencia.


Para el caso que compete a mi trabajo, los jóvenes afromexicanos de la Costa Chica Oaxaqueña se enfrentan a cambios producidos por procesos de globalización que los llevan a migrar, pero también a reconfigurarse dentro de sus comunidades como jóvenes capaces de sortear una serie de barreras en torno a desigualdades de género, étnico-raciales y de clase social.  Debido a que mi interés se centra en estos cambios que viven/sufren los y las muchachas costachiquenses, considero que historizar la producción de juventud en un municipio de esta región es útil como herramienta metodológica pues me permite retomar la propuesta de Reguillo (2000:16) que consiste en:

"Pensar a los jóvenes en contextos complejos articulados en las diferentes escalas geopolíticas, locales y globales en un fino tejido de relación entre las dimensiones subjetivas y los contextos macrosociales".


Considero que uno de los mayores retos a los que se enfrentan los estudios de juventud rural hoy en día, consiste en dar cuenta de la diversidad de condiciones juveniles que se producen en contextos complejos en los que los procesos de globalización impactan las realidades rurales en México y América Latina en términos económicos, políticos, geográficos y sociales. Estos cambios se viven de manera diferencial de acuerdo a la edad, el género, la clase social y la condición étnica, por ello, "articular" condiciones es sumamente importante para dar a los análisis sobre juventudes, una focalización dinámica que construye sujetos en su multiplicidad de ámbitos cotidianos. El joven no es sólo joven, hay hombres y mujeres jóvenes, campesinos, hijos, padres, parejas, estudiantes, migrantes, indígenas, afromexicanos, mestizos, empleadas domésticas, albañiles, sicarios, cholos y madres solteras, que se autoadscriben como jóvenes y viven esta condición de manera diferencial.


 Tomar en cuenta la complejidad de los contextos, la heterogeneidad de la condición juvenil y la capacidad de agencia de estos actores sociales, son retos para la investigación que deben franquearse pues constituyen algunas de las principales limitaciones a las que nos enfrentamos en el trabajo antropológico enfocado a lo juvenil. La perspectiva teórica y metodológica particular de cada investigador, no hace sino mostrar la gran gama de posibilidades que existen en el estudio de las juventudes para rebasar los retos y lograr no sólo aplicarse sino también implicarse en las temáticas juveniles.

Bibliografía
González, Yanko (2003) "Juventud Rural. Trayectorias teóricas y dilemas identitarios", en: Revista Nueva Antropología, vol. XIX, no. 63, México, pp. 153-175.
Pacheco, Lourdes (2009) “Juventud Rural: entre la tradición y la ruptura”. En: Diario de Campo, suplemento no. 56, octubre, diciembre, México,  pp. 51-59.
Pacheco, Lourdes (2003) La juventud que permanece, en: Seminario internacional virtual: Juventud en Centroamérica y México. El estado de las investigaciones y el desafío futuro, pp.1-11 consultado el día 25 de noviembre en: http://www.fediap.com.ar/administracion/pdfs/La%20Juventud%20Rural%20que%20permanece%20-%20Lourdes%20C.%20Pacheco%20Ladr%C3%B3n%20de%20Guevara.pdf

Pérez, Maya Lorena (2007) “Metropolitanismo, globalización y migración indígena en las ciudades de México” en: Villa Libre, Cuadernos de Estudios sociales urbanos, Número 1, pp. 68-94.
Reguillo, Rossana (2000) Emergencia de culturas juveniles. Estrategias del desencanto, Norma, Buenos Aires.
Urteaga Castro Pozo, Maritza (2011) La construcción de la realidad. Jóvenes mexicanos contemporáneos, UAM I/Juan Pablo, México.

 
Videos relacionados:

Un joven minero en el sector rural de Bolivia


Jóvenes centroamericanos y proyectos productivos


lunes, 10 de junio de 2013

Las jovenes del pueblo Santa María tepepan en un entorno urbanizado



Las jóvenes del pueblo Santa María Tepepan en un entorno urbanizado




Reflexiones en torno a la sesión de Género


Por Desirée Bonardel[1].




Las jóvenes de los pueblos de la Cuenca de México han estado sujetas a formas de dominación masculina,  al estar inmersas en espacios privados y de control social por su rol de género, para Teresa de Lauretis, el género es “el conjunto de efectos producidos en los cuerpos, los comportamientos y las relaciones sociales por el despliegue de una tecnología política compleja” (Lauretis, 1996: 8). Desde pequeñas se les enseña que deben hacer las actividades del hogar, cuidar a los hermanos, atender al papá, las educan para contraer matrimonio, sin embargo, al estar inmersas en un entorno globalizado y urbano que transforma la forma de ver el mundo de estos pueblos, las jóvenes logran acceder a espacios públicos como la escuela y el trabajo donde se relacionan con diferentes jóvenes que traen consigo distintas maneras de auto adscripción, estos factores,  así como el acceso a las tecnologías que las acercan a la música, el cine, la moda, gustos, internet, etc. empiezan a cuestionar la manera de ser mujer y joven en sus pueblos originarios, donde sin perder su identidad , reproducen costumbres que les fueron enseñadas desde la familia y a su vez las introyectan con lo que traen de la cultura externa. Las y los jóvenes en este contexto de hibridación[2] se ven “como hacedores principales del mundo nuevo que se está construyendo, reconociendo siempre las restricciones estructurales de este actor dadas por sus condiciones objetivas de vida– su posicionamiento de clase, etnia, género, generación, sexualidad, región, escolaridad – en las grandes transformaciones del capitalismo actual” ( Urteaga,2011:2).
La realidad de las jóvenes esta en reconstrucción, reconceptualización y autodezplazamiento( Lauretis, 1993:73) , su movilidad constante y formas de redefinirse como jóvenes las enfrenta a la realidad tradicional. En el caso de Tepepan hay diferentes formas de ser jóvenes mujeres desde su condición social y de género; están ,1) las que estudian, se casan, tienen hijos y dependen del esposo, 2) las que estudian, trabajan y viven con los padres,3)  las que trabajan y viven con sus padres, 4) las que estudian o no y viven con los padres,  5) las que son madres solteras y viven con sus padres. Estas formas de vivir como mujer joven es heterogénea y a pesar de que  existe en el pueblo el pensamiento de que “la mujer tiene que estar en casa”,  las condiciones económicas generan que las jóvenes accedan al ámbito laboral y tengan que salir. Aunado a esto el control de la sexualidad hacia ellas es latente. Aun está la costumbre de que la familia del joven pida a la novia en la casa de ella, donde se realiza un festin. Existen los casos donde la joven cuenta con estudios profesionales y trabaja, aportando económicamente a la casa familiar,o participando en las comisiones o mayordomías del pueblo,  y a pesar de su independencia económica la familia ejerce un control social sobre ella. Cuando esta de novia, el novio en su rol de género  la vigila, puesto que existe un patrón local donde las familias se conocen y viven cerca.  Ante estas realidades socio-culturales en transformación  te preguntas  ¿Qué es ser mujer y joven en Santa María Tepepan? ¿Cómo viven los cambios en su pueblo y la familia? ¿Existe una manera de ser joven? A pesar de los mecanismos de control hacia las jóvenes ellas desde su experiencia se las arreglan para acceder a otros espacios sociales y reubicarse en lo que les interesa, como estudiar, ir a fiestas,  pasear con los novios,las amigas y amigos, o inclusive enfrentar a sus padres y novios, participan en grupos musicales, religiosos, de baile,en mayordomías etc. en sus tiempos de ocio  “ donde la realidad es reformada por cada sujeto con su compromiso con la realidad social que lo rodea, es posible observar que a través de las experiencias dotan de significados a sus prácticas” (Viera, 2013: 17) este modo de transgresión al control es para ellas lograr agencia , es decir tienen la capacidad de actuar en un contexto, de manera reflexiva. 

Ser joven para las mujeres de Tepepan es una concepción heterogénea, que cruza el espacio y el tiempo, la capacidad de agencia dentro de su pueblo, empezando en su familia  las posiciona  y las moviliza ante su cultura, es lo que Laurettis define como sujetos excéntricos. Para concluir el análisis de los jóvenes es entenderlo desde varios contextos. Para Maritza Urteaga” la juventud es un concepto vacio” al tener dimensiones distintas como el género, la etnia,  relaciones distintas y contextos diversos, donde se debe problematizar lo juvenil con otras condiciones. Por lo tanto las jóvenes de Tepepan  conllevan una variedad de realidades; las jóvenes solteras, casadas, que estudian, que participan en grupos musicales, religiosos, políticos, académicos, etc, no hay una forma de ser joven, hay varias y cito para finalizar a Feixa “ las culturas juveniles se refieren a la manera en que las experiencias sociales de los jóvenes son expresadas colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintivos, localizados fundamentalmente en el tiempo libre o en espacios intersticiales de la vida institucional” ( Feixa, 1999: 84).

 
Bibliografía
Feixa, Carles, De jóvenes, bandas y tribus. Antropología de la juventud. Editorial Ariel, S,A, Barcelona, 1999.

Lauretis, Teresa, “Sujetos excéntricos: la teoría feminista y la conciencia histórica”, en De mujer a género, teoría, interpretación y práctica feministas en las ciencias sociales; Maria C. Cangiamo y Lydnsay DuBois (comp.) , Centro Editor de America Latina, Buenos Aires, 1993, pp., 73-113
 
Urteaga  Castro Pozo, Maritza, Ponencia “Construcción juvenil del espacio urbano contemporáneo”,  al Grupo de Trabajo 43 Jóvenes, cultura y poder, IX Reunión de Antropología del MERCOSUR Culturas, encuentros y desigualdades, 10– 13 de julio 2011, Ciudad de Curitiba, Brasil.
 
Viera Alcazar, Priscilla Merarit, Mujer y relaciones de género. Cuerpo de mujer en el escenario del rock tijuanense, Tesis de Doctorado, UAM, México, 2013
 

 

 

 







[1] Estudiante del posgrado de Antropología Social en la Escuela Nacional de Antropología e Historia 2012-2014.


[2]La complejidad de sus contradicciones, la coexistencia de diversos niveles temporales y en sus innovaciones trunca” y analizar el mundo posmoderno, fluidamente interconectado. Hibridación, connota cruce de fronteras, "estar dentro y entre”, movilidad, “incertidumbre”, avatar, eventualidad y multiplicidad de ámbitos o fuentes de interpelación del sujeto contemporáneo ( Urteaga, 2010: 6)



OBJETIVO DEL BLOG

El blog que presentamos tiene como objetivo crear un foro de discusión más allá de las reflexiones que surgen en el aula. Hacer el intento de promoverlas más allá de un trabajo final, donde comúnmente las y los profesores son los únicos que tienen acceso a ellos. Creemos que los espacios electrónicos son una nueva forma de compartir, debatir y construir puentes de análisis con diversos actores, sean científicos, estudiantes o personas que por intereses diversos se acercan al estudios de las juventudes.


Somos un grupo de estudiantes del posgrado de Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que desde diferentes contextos nos interesamos en la condición juvenil. Los temas de este primer acercamiento están dirigidos a los jóvenes rurales y urbanos desde la perspectiva de género, sexualidad, consumo cultural y reflexiones en torno a trayectorias laborales y educativas. Esperamos con ello, surjan nuevas interrogantes y que éstas conciban futuras y enriquecedoras participaciones.

Consumo Cultural

¿consumo de drogas, consumo cultural?
 
Por: Mario Domínguez García
 

A partir de la sesión sobre "identidad, etnicidad, consumo cultural y el gusto", expuesta por el Mtro. Juris Tipa, tomo como pretexto la noción de consumo cultural propuesta por Nestor García Canclini, para continuar con la discusión y hacer una pequeña reflexión en torno a la consideración de operar análiticamente este concepto en el tema de investigación sobre el uso de drogas en los jóvenes.

Antes, me parece que es necesario traer a la discusión la conceptualización de cultura de este mismo autor, en la que señala, que habría que aspirar a una definición de cultura que tenga fuerza explicativa, sin que se pierda de vista la pluralidad y la diversidad del concepto. Como estrategia sugiere adoptar la misma actitud que tomamos con nuestros informantes en el trabajo de campo, al escuchar las diferentes versiones sobre los mismos procesos sociales para darles la misma importancia a unos y a otros.


Después de discutir las diferentes narrativas sobre lo que es cultura, llega a su propia definición, no sin antes señalar que desde su punto de vista existen dos grandes posturas. Una, la que se refiere al uso cotidiano de la palabra para hablar de educación, ilustración, refinamiento e información vasta, que naturaliza la división entre lo corporal y lo mental; entre lo material y espiritual, naturalizando la división del trabajo entre las clases y grupos sociales. La otra menciona, que surge con la intención de atribuirle un conjunto de usos científicos al concepto, para separarla de otros referentes y en oposición, es decir, las dicotomías de naturaleza-cultura y sociedad-cultura.


En contrapartida, destaca que el valor signo y el valor símbolo (Jean Baurdrillard), vienen a darle un valor distinto a los objetos. Cuando el objeto tiene un valor signo, puede ser intercambiable con otros productos o bienes y le dan prestigio al poseedor del mismo. El valor símbolo está más ligado a los rituales (un regalo por ejemplo), que se da como cualquier don, pero que está cargado de un valor simbólico y que es diferente al valor signo.


En su primer intento por definir cultura, lo hace de manera operativa y compartida con otras distintas disciplinas: “La cultura abarca el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y consumo de la significación en la vida social”. Pero no es simplemente un conjunto de cosas u objetos, incluso cargados de signos y símbolos, a lo que se refiere este concepto de cultura, es a que se crea a partir de procesos sociales, es decir, se produce, circula y se consume en la historia social.


Después se plantea la necesidad de una definición sociosemiótica que abarque los procesos de producción, circulación y consumo de la significación en la vida social. Para ello encuentra cuatro vertientes: la primera que entiende a la cultura como la instancia en la que cada grupo organiza su identidad. La siguiente corriente define cultura como una instancia simbólica de la producción y reproducción de la sociedad y señala que en todos los comportamientos están entrelazados la cultura y la sociedad, lo material y lo simbólico. Una tercera corriente define a la cultura como una instancia de conformación del consenso y la hegemonía, o sea es la configuración de la cultura política y de la legitimidad. La última línea se refiere a la cultura como dramatización eufemizada de los conflictos sociales, como si fuera un escenario, un teatro o una representación.


Todo este pasaje por las definiciones de la cultura, para concluir con su definición: “un conjunto de procesos a través de los cuales dos o más grupos representan e intuyen imaginariamente lo social, conciben y gestionan las relaciones con otros, o sea las diferencias, ordenan su dispersión y su inconmensurabilidad mediante una delimitación que fluctúa entre el orden que hace posible el funcionamiento de la sociedad, las zonas de disputa (local y global) y los actores que la abren a lo posible”.


El concepto de consumo cultural de García Canclini queda inmerso en esta definición de cultura y lo define de la siguiente manera: "como el conjunto de procesos socioculturales de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y cambio".
Entonces me parece, que es inevitable no considerar la mirada intercultural, que me obliga a considerar los intercambios transnacionales que resinifican la condición juvenil, sobre todo respecto al asunto de los consumos culturales, que cobran sentido en mi tema de investigación, si consideramos que el consumo de drogas, puede ser parte de los ejes articuladores de un estilo de vida y de su identidad. Si además consideramos las prácticas de ocio y los espacios de socialidad, en donde los jóvenes en general y los usuarios de drogas en particular, encuentra una dimensión simbólica cultural de su vida social y de sus consumos, cuales queira que estos sean, la propuesta cobra aún más sentido, pues abre un panorama distinto para abordar el estudio de los consumos de drogas en los jóvenes, en el que probablemente la noción de consumo cultural, aportaría otra mirada para entender el significado que tienen estas y otras prácticas en su vida cotidiana.

García Canclini piensa que el entrenamiento antropológico para trabajar con situaciones interculturales proporciona instrumentos valiosos para hacer visible lo que sucede bajo el predominio actual de la producción industrial y la circulación masiva, transnacional de los bienes y mensajes culturales.


Bibliografía

García-Canclini N. (1993).El consumo cultural y su estudio en México: una propuesta teórica. En: El Consumo Cultural en México. México, CNCA/Grijalvo.

García Canclini, Néstor (2004). Diferentes, Desiguales y Desconectados. Mapas de interculturalidad, Gedisa, Barcelona, pp. 13-43.